
"No soy el sucesor de Yabrán, sus herederos son su mujer y sus hijos", dijo el viernes Héctor Colella, amigo íntimo del empresario que se suicidó el miércoles pasado y ex presidente de OCA.
Con su respuesta, Colella desmintió la versión de que, en una de las cartas que dejó Yabrán antes de matarse, éste lo mencionara como heredero del manejo de sus empresas.
Colella, quien hoy asesora al Exxel Group en el traspaso de OCA a manos del grupo inversor, fue abordado el viernes por la prensa a la salida de su domicilio particular en Olivos. En un extenso diálogo con los periodistas, que a rigor de verdad había comenzado temprano en la mañana cuando fue consultado por varias radios porteñas, admitió haber tenido contacto telefónico con Yabrán el martes, un día antes de que el empresario decidiera acabar con su vida.
"Me pidió que cuidara a su familia, que los asesorara para que no cometan errores, o cometan los menos posibles", explicó Colella, quien dijo estar apesadumbrado por el suicidio de su amigo.
Cuando se le preguntó si estaba al tanto de que Yabrán iba a tomar tan drástica determinación, respondió: "Pensé que se iba a entregar. Nunca me imaginé que iba a hacer esto. Me cayó como un balde de agua fría".
Antes de dispararse la cabeza con una escopeta, Yabrán dejó dos cartas que, según testigos, tenía escritas desde el día anterior. Una de ellas estaba dirigida al juez (de hecho, la jueza Graciela Pross Laporte), y la otra a la secretaria del otrora magnate del mercado postal. En ésta, según admitió la magistrada, se hace mención de un "H.C." que debería seguir adelante con sus negocios.
"Los únicos herederos naturales (de Yabrán) son su mujer y sus hijos, a los que él amaba entrañablemente", dijo concluyente Colella, quien admitió sin embargo que permanecerá cerca de la familia "para ayudarlos en lo que sea necesario".
El ex dueño de OCA negó también que formara parte del Grupo Yabrán, a pesar de las versiones que hasta fines de 1997 vinculaban al fallecido empresario con la firma de correo privado. "Yabrán tenía OCASA, no OCA", dijo, para luego explicar que, en un principio OCA tenía un porcentaje de las acciones de OCASA, y que luego Yabrán le vendió el resto del paquete accionario.
Estas dos empresas, junto a otras cuya propiedad se adjudicó en vida a Yabrán (Interbaires, Villalonga Furlong, Edcadassa e Inversiones y Servicios), fueron vendidas al Exxel Group en 605 millones de dólares en diciembre del año pasado.
En esa época, Colella tenía en su poder el 87 por ciento de las acciones de OCA.
Extorsión y miedo
Colella dijo que vio por última vez a Yabrán "hace una semana y media". Reveló que su amigo estaba atravesando "un momento difícil" y daba a entender que "lo estaban extorsionando, pero evitaba hablar, no sé por qué motivo" sobre eso, puntualizó.
También aseguró que Yabrán "no quería escapar de la Justicia" y añadió: "Luego tomé conocimiento de que lo había hecho, aparentemente porque temía por su vida, si iba preso".
Temprano en la mañana, Colella sostuvo por Radio Mitre que "hasta ahora no hay ningún indicio de que lo hayan matado" e hizo saber que la esposa de Yabrán "estaba destruida porque (Yabrán) tomó la decisión (de suicidarse); lo trataron de parar, pero fue tarde".
Más tarde, abordado por periodistas de televisión en su domicilio de la calle Ricardo Gutiérrez 1745, se le preguntó si esa casa estaba todavía a nombre de Yabrán. "No, es mía. Cuando vine de Córdoba, Yabrán me la prestó para vivir. Después se la compré", afirmó.
0 comentarios: