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Indonesia: tildan de continuista al primer gobierno de Habibie

Amien Rais, líder de la oposición, quiere darle una oportunidad al nuevo gabinete.
Yakarta - El gabinete que ha formado el nuevo presidente de Indonesia, Yusuf Habibie, ha sido tildado de "continuista" del saliente presidente Suharto por mantener en el puesto al anterior ministro de Defensa y Jefe de la Fuerzas Armadas, general Wiranto. El nuevo presidente insistió en que quería establecer criterios de "eficacia, profesionalidad y talento", y en que por ello ha querido "contar con personas que tengan experiencia, integridad y capacidad para trabajar en equipo".
Tras presentar a su nuevo gabinete como "el Gobierno de la reforma", el mandatario aseguró que tiene la misión de "volver a poner en marcha el motor del crecimiento".
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El sucesor de Suharto prometió que su Gobierno trabajará en adelante para impulsar la llamada "pancasila", o vía indonesia para la reforma democrática.

El gabinete

En el equipo hay dos generales: Wiranto, que repite su mandato como ministro de Defensa y como jefe de las Fuerzas Armadas, y Feisal Tanjung, encargado de Seguridad. Ambos garantizan la influencia de los hombres de uniforme en la nueva época.

En Asuntos Exteriores sigue Ali Alatas, lo que se interpreta como un gesto de continuidad en las relaciones de Indonesia con la región y con el resto del mundo.

Al frente del delicado ministerio de Finanzas, Habibie situó al respetado economista Bambang Subianto, muestra de su voluntad por recuperar la confianza de los mercados.

En esta misma línea, el nuevo presidente ha decidido que, en adelante, el Gobierno no nombrará al director del banco central para que su titular "esté libre de influencias políticas".

Habibie retuvo a Ginanjar Kartasasmita como responsable del departamento de Coordinación de Economía, Finanzas e Industria para completar su equipo económico.

Como gesto para evitar el nepotismo y la corrupción, en el nuevo Gabinete no figuran ni Bob Hasan, el compañero de golf de Suharto que ha tenido largos años el monopolio de la exportación de madera, ni la hija del general, Siti Hardyanti Rukmana.

También ha quedado fuera el anterior ministro de Finanzas, Fuad Bawazier, considerado el asesor personal de Suharto en el manejo de su propia fortuna.

Más de lo mismo

El líder de la oposición y guía espiritual de un importante movimiento musulmán, Amien Rais, se declaró "neutral" respecto del Gobierno: "Ni estoy a favor, ni estoy en contra", dijo. Rais se constituyó en una de las figuras más influyentes del cambio político tras amenazar el martes con convocar a una protesta multitudinaria de más de un millón de compatriotas, para obligar a Suharto a dimitir.

Los estudiantes, buena parte de los cuales sigue protestando frente a la sede del Parlamento, han acogido el nuevo Gabinete con indiferencia y con la sensación de que se trata de "más de lo mismo".

A los inversores, por su parte, les preocupa la tendencia de Habibie al proteccionismo y al abuso en el gasto. "La permanencia en el Gabinete de los mismos burócratas no me da confianza como para invertir de nuevo en Indonesia", apuntó Mat Peccok, director de una compañía financiera.

El Fondo Monetario Internacional, al que Indonesia ha pedido una ayuda de 43.000 millones de dólares, cree que los proyectos de cuando Habibie era ministro de Tecnología, son, además de caros, ruinosos.

Sin embargo, el flamante mandatario, cuyas relaciones con el FMI han sido tumultuosas hasta la fecha, ha prometido mantener los compromisos adquiridos con el Fondo.

Indonesia tiene por delante un futuro difícil. Su producto interior bruto bajará este año un diez por ciento y la inflación pasará del 50 por ciento.

Además de convencer a la población en general, el nuevo Gobierno tiene el reto de recobrar la confianza de la adinerada comunidad de origen chino, miles de cuyos miembros han abandonado el país por temor a que se repitan ataques como los ocurridos la pasada semana en Yakarta.

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